Nueve de cada diez personas que consumen vino de forma habitual en Estados Unidos estarían dispuestas a pagar más por el vino de producción sostenible, según la consultora internacional Wine Intelligence.
En el estudio presentado recientemente, los datos indican que esta tendencia es más fuerte en consumidores más jóvenes. Porque, si bien los resultados del análisis dicen que el consumidor promedio está dispuesto a pagar tres dólares más por una botella de vino de producción sostenible, los bebedores de vino de menor edad (los millennials y la generación Z), estarían dispuestos a subir su apuesta por vinos con certificaciones que aseguraran su sostenibilidad.